A 24 de abril de 2017, representantes de 12 ONGD españolas que trabajan en Ecuador y son integrantes de la Coordinadora de ONGD españolas en Ecuador (COEEC) nos reunimos con el Secretario de Estado de Cooperación y para Iberoamérica, Sr. Fernando García Casas, en la Oficina Técnica de Cooperación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) en Quito, Ecuador.
Desde la COEEC se pactan previamente una serie de argumentos y consultas que son expuestas por los y las diferentes representantes en la reunión y a las que el Secretario de Estado concede una respuesta sin réplica. Siguen los argumentos expuestos por la COEEC:
A pesar de las buenas palabras del Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Alfonso Dastis, en la comparecencia de marzo de este año en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados, los presupuestos de 2017 aprobados en el mes de mayo no reflejan en absoluto lo expresado por el Ministro.
Basándonos en el análisis realizado por la Coordinadora de ONG para el Desarrollo – España (CONGDE), la COEEC se siente preocupada por los siguientes datos:
- La Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) del estado español se sitúa todavía en un exiguo 0,21% de la Renta Nacional Bruta (RNB), muy lejos de la media europea, y por supuesto del 0,7% demandado desde hace años.
- La AOD española se sitúa a niveles de Grecia.
- El MAEC ha perdido relevancia en lo que al presupuesto de la AOD se refiere, gestionando este año solo el 25,65%, muy lejos del 44% que gestionaba en 2011. Especial preocupación representa el presupuesto de AECID que solo implica el 10%, y en donde se produce un recorte en la partida de personal. AECID es la única institución especialista en cooperación, y para la COEEC es fundamental tener un interlocutor como la agencia.
- Las partidas dedicadas a la gestión de las ONGD llevan congeladas varios años, sin que existan convocatorias de convenios, la herramienta que más calidad aporta a la cooperación. Preocupa en la COEEC el escaso peso que representa la gestión a través de ONGD, ganando mucho más peso la gestión bilateral.
Estos recortes afectan directamente a la calidad e impacto de las intervenciones en los países donde interviene la Cooperación Española, resultando imposible establecer estrategias a mediolargo plazo al solo financiarse dos o tres proyectos al año por país y con presupuestos que rondan los 300.000 Euros por intervención. En el caso concreto de Ecuador, donde la prioridad sectorial es crecimiento económico, resulta casi imposible garantizar en plazos de 12- 18 meses proyectos que cumplan los indicadores del Marco de Asociación País en cuanto a volúmenes de producción, asociatividad y posicionamiento de productos en mercado. Partimos de una realidad compleja en la ruralidad donde las capacidades son muy bajas con niveles de educación que no superan la primaria.
Debido a esta falta de perspectivas a mediano-largo plazo, el sector de la cooperación está involucionando, volviendo a esquemas de trabajo de hace una década, perdiendo presencia en terreno, afectando a la profesionalización del sector y agudizando la precariedad no sólo de las intervenciones sino también del personal y especialmente de los y las Cooperantes, con un Estatuto de los Cooperantes totalmente desactualizado, con más de una década y con falencias graves como por ejemplo el no reconocimiento de los seguros médicos a los familiares (cónyuges-hijos/as).
Sumado a esto, el Gobierno del Ecuador a través de la Secretaría Técnica de Cooperación Internacional (SETECI) nos solicita planificaciones económicas plurianuales que suponen un trabajo de inventiva y creatividad, pues con el actual escenario económico resulta imposible conocer con qué fondos y estrategias contamos para el próximo año.
Basándonos en la situación en Ecuador aportamos que:
La forma en la que se canaliza la AOD la está abocando a la irrelevancia social. Hace diez años 1 de cada 4 ecuatorianos había tenido relación con alguna de las ONGD españolas en Ecuador o sus contrapartes. Como beneficiarios identificaban la naturaleza y el origen de esta solidaridad desde España, y esas personas influían en sus líderes, alcaldes, autoridades, haciendo la solidaridad fluir con más naturalidad y participación. Situación que ayudaba a la proyección de España en los pueblos de Iberoamérica y en sus líderes. Hoy solo el 1% de la AOD se canaliza directamente a los sujetos de derechos a través de ONGD, la mayoría se canaliza a través de apoyo a los gobiernos (programas bilaterales y/o de NNUU), haciendo que las personas no lo perciban como un ejercicio de solidaridad de España, sino como un ejercicio de su propio Gobierno, ni siquiera de Estado. La intervención directa con la ciudadanía produce un impacto social más relevante hacia la proyección de España y procesos de desarrollo que promuevan la cooperación.
En cuanto a la elaboración del nuevo Plan Director, se transmiten las inquietudes de las ONGD españolas en terreno sobre si este será una herramienta para revertir la desoladora tendencia expresada al inicio de la argumentación. Se pide entonces información sobre el proceso de elaboración del nuevo Plan Director: ¿en qué etapa está?, ¿cuáles serán las líneas directrices?, ¿cómo está previsto el proceso participativo?
Se comunican de igual manera preocupaciones sobre la rigidez excluyente del Marco de Asociación España- Ecuador (MAPEC), concretamente sobre las limitaciones en términos de ámbito sectorial y territorial que este Marco tiene en el Ecuador. A nivel sectorial, por ejemplo, solo permite trabajar el desarrollo productivo. Por esta razón, se pierden especializaciones y contrastadas experiencias, y obliga muchas veces a cortar procesos o reinventarse forzadamente desde la inexperiencia en una nueva zona o un nuevo sector de intervención. Esto repercute así, una vez más, en la disminución de la calidad de nuestra cooperación. Invitamos entonces al Secretario del Estado a incidir en su entorno político para visibilizar las necesidades reales de las ONGD españolas, consiguiendo la flexibilización del MAPEC antes de su finalización prevista, y liberar de esta manera el potencial de las ONGD españolas en este país.
También se transmite al Secretario de Estado el interés y al mismo tiempo preocupación de las ONGD españolas respecto a su posible participación en la ejecución de proyectos en el marco de lo que es la cooperación delegada, tal cual se nos ha comunicado en una reunión muy similar del pasado año. Se informa que se siguen buscando posibles “ventanas” que permitan la participación de las ONGD españolas en la cooperación delegada.
Se pregunta también al Secretario por la continuidad de Ecuador en la lista de países prioritarios para el Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD), entendiendo por parte de la COEEC la tendencia macronumérica de este país hacia la renta media, pero conociendo a su vez de primera mano un desequilibrio en la distribución de la riqueza que amerita por el momento la ayuda al desarrollo.